22 de junio
16:23. Ridícula. Berenice es muy tonta a veces. Todos estos días he estado dándole vueltas a lo último que me dijo en la reunión de féminas que tuvimos el otro día. Eso
respecto a Arturo Mollins. Y siento que la odio, porque ella me odia a mi
primero. Supongo que dijo todo eso porque está molesta al no querer contarle
más detalles de mi vida personal.
Berenice
tiene la mente bastante retorcida, aunque generalmente tiende a tener muy buen
olfato en lo que a gente se refiere… aunque en este caso yo sé que esta
totalmente equivocada.
Por
ejemplo, su instinto de mujer araña ha estado fallando en lo que a Jeremy se
trata. Hace dos años, cuando mi historia con él se comenzó a gestar ella fue la
primera en darse cuenta. Ahora no… quizás está envejeciendo… mm… y ahora le ha
dado con lo de involucrarme con el jefe supremo. Cada vez que puede, me lanza algo como lo de ese día.
Ayer cuando llegué de la oficina encontré a Arturo Mollins tomándose un café y con
un bolso de mano esperándolo en el living. Me quedó mirando. En eso sonó el teléfono y saltó
la grabadora. Era la estirada que le dejó un mensaje: “Arturo, corazón, voy un poco atrasada. Llegaré al aeropuerto mejor.
Revisé el contrato de arrendamiento y está todo en orden. Corazón, es factible
que mandes al chófer por mi… ¡ah! Tu madre me llamó. Quiere saber si iré a tu
fiesta de cumpleaños… lo hablamos en el…”, y se cortó.
Sin
mayor alteración Arturo Mollins, durante todo el mensaje no apartó jamás la vista de
la grabadora. Tampoco hizo ademán de ir a contestarlo. Cuando terminó solo se volteó, lavó
su jarro, se puso el abrigo, tomó su bolso y antes de salir me dijo que me había estado esperando para decirme que viajaría y que estaría de vuelta el viernes. Genial, pensé, podría haber viajado el fin de semana completo para haber traído a mi Jeremy al departamento y habernos hecho cariñitos... pero por lo visto, eso no pasará...
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26 de junio
20:05.
¡Haij! ¡Esto ha sido realmente fabuloso!… increíble… en serio magnífico… si
pudiera gritar de felicidad, juro que lo haría….
Bueno…
acabo de llegar de la casa de mis padres. Estuve casi todo el día con ellos,
pero la verdad es que este resfriado me ha empeorado. Mamá me ha pedido que me
quedara en casa, para cuidarme. Dijo que tenía muy mala cara… tan exagerados
que son. La verdad es que estoy tan, pero tan feliz que no existe bicharraco
que me haga sentir mal.
Bueno
con papá estuvimos viendo los nuevos títulos de libros que andan en el mercado,
me ha enseñado muchas cosas de las Editoriales y los libreros que no me las
habría imaginado jamás. Me ha dejado comprometida para el miércoles y el
viernes para asistir a unos lanzamientos. Bueno… habrá que ir….
Ahora
sí… ahora quiero contar lo mejor de mi vida… ¡yes, yes, yes!
El
jueves fue un día laboral como cualquier otro. Con Jeremy hablamos de varias
cosas y le dije que sí podíamos salir por el fin de semana, porque me había
logrado organizar. Se mostró bastante contento aunque me dijo que no sabía si
podía hacer reservas aún.
En
cambio el viernes… ¡Dios!… ¡que nervio contar esto!... bueno, en la mañana me
envió un correo diciéndome que gracias a mi demora habíamos perdido la reserva.
Así que tendríamos que podíamos hacer otra cosa. Igual me dio un poco de cosa,
pero haciéndole un poco de caso a Carla, me lancé a la piscina. Le dije que él
viera qué hacíamos… que yo era materia dispuesta… ¡Uy!
Por
la tarde me dijo que no había encontrado nada bueno para pasar un fin de semana
romántico, así que me preguntó que qué me parecía si teníamos un encuentro en
un motel. Mm… la idea no fue tan agradable, pero bueno… Esta vez le hice caso a
Berenice, mis hormonas no podían esperar más, así que acepté la invitación.
Nos
encontraríamos en el mismo bar de nuestra cita anterior, pero con la diferencia
que esta vez no tuve que esperar demasiado tiempo. A los cinco minutos
apareció. Nos tomamos algo en y nos fuimos a un motel que había por allí cerca.
Fue
raro. El motel era un poco más decente que el anterior. Pagó por la noche
completa… ¡uf!, ¡uf!, ¡uf!, ¡uf!... cuando llegamos a la habitación, lo primero
que hizo fue besarme mientras me desabrochaba el pantalón. Igual… parece que yo
soy más romántica, porque no me anima mucho el sexo brutal.
Fui
al baño un rato. Estaba demasiado nerviosa. Jeremy provoca muchas cosas en mí,
demasiadas y varias no las logro entender en su cabalidad.
Cuando
salí del baño estaba desnudo, sobre la cama, bebiendo champaña. Fue raro verlo
así… descubrí que estaba un poco más gordo que hace dos años.
Al
verme dijo que me sacara la ropa y los lentes (¿ya he dicho que veo muy poco
sin ellos?), porque ya no aguantaba más las ganas de estar conmigo. Cuando
quedé solo en ropa interior, me sentí desnuda. Mm… claro, es obvio, pero a lo
que me refiero es a esa sensación de desprotección que se siente, cuando estás mostrando
tu cuerpo a un hombre. Por mucho que sientas que lo amas, siempre es un poco
vergonzoso.
Él
me desabrochó el sostén, con esa misteriosa habilidad, y luego cuando me
pretendía sacar el calzón… Dios… quería salir arrancando igual que la vez
anterior. No sé por qué me pasa eso.
En
esta ocasión me hizo mucho cariño. Al ver mi tatuaje en la espalda me dijo “Gómez, esto es nuevo. Quiero ver hasta dónde
llega” Y me hizo subir a la cama. Yo estaba tiesa. Me sentí como una tabla
de planchar. Jeremy me repetía “Solo
relájate. Relájate”. Y luego… mm… bueno… jijiji… pasó lo que tenía que
pasar… aunque no fue como yo esperaba que fuera. Creo que enfrentarme con tanto
nerviosismo a esos momentos de pareja, afecta malamente, en el disfrute sexual…
mm…
Cuando
todo terminó, hizo lo mismo que la vez anterior. Se fumó un cigarro pero con la
gran diferencia que ahora no se levantó de la cama y tampoco me dijo que me
tenía que ir. Mientras fumaba me miraba y se reía. En una me dijo “no estuvo mal”… mm… no sé si lo dijo por
mi o por él… mm… tendré esa eterna duda. Pasó un largo rato, fue al baño y yo
me volteé a un lado para recordar lo que me había hecho solo minutos antes. Luego
me quedé dormida, con algo de frío.
En
la mañana me llevé una segunda sorpresa. Mm… en la mañana. Qué horror. Yo aún
no lograda despertarme del todo, cuando lo tenía besándome con esa respiración
tan particular y toqueteándome por todos lados. Este polvo lo había sentido un
poco más, aunque fue uno de esos rapiditos que le dicen. Yo estaba a punto de…
pero él terminó antes de… para contestar el inoportuno teléfono. Vio el número
en el visor y trató de contener la respiración. Yo diría que se puso un poco
pálido. El celular dejó de sonar y yo me acerqué para besarlo y ver si podíamos
continuar, pero se puso rápidamente de pie y se fue al baño.
Cuando
salió me dijo que tenía que irse, porque había sucedido algo en su casa. Nos
vestimos y nos fuimos.
Me
dejó a una cuadra de mi departamento. Eran las 7:30 y yo me fui caminando por
el Parque Forestal. Hacía un frío horrible, había una niebla espesa, pero el
olor a tierra mojada me emocionaba, más cada vez que me acordaba de la noche
que había pasado. En ese momento me acordé que ni siquiera nos habíamos
despedido con un rico besito. Se lo daría otro día… jajaja….
Cuando
llegué a la puerta del departamento, recordé que había pasado toda la noche
afuera, con el hombre de mis sueños… bueno, ni tan de mis sueños, pero es un
hombre que me gusta mucho. Teniendo sexo de locos y que por lo tanto era una
mujer demasiado afortunada. Entré muy despacio y cerré la puerta en cámara
lenta. Luego me di vuelta con los ojos cerrados recordando los besos de Jeremy,
las caricias de Jeremy y cada minúsculo y no tan minúsculo espacio en el cuerpo
de Jeremy… me dio risa… de esas risas estúpidas que le dan a uno cuando sabe
que ha hecho algo idiota pero que le hace tan tremendamente feliz. Saltaba de
alegría por dentro. En eso abrí los ojos mientras miraba el techo y me prometí
que lucharía por ese hombre, que lucharía por nuestra relación. Cuando bajé la
vista, vi a Arturo Mollins con un jarro de café en su mano, parado frente a mí.
Me estaba mirando con mucha atención. De seguro había visto toda mi infantil
escena… pero no me importaba nada… ¡NADA!
- Parece… que son muy buenos días para ti… - me dijo con
el ceño fruncido y el rostro tenso.
Si…
eran los mejores buenos días de mis últimos 33 años. Yo le sonreí y me metí en
mi habitación, para ponerme saltar en la cama de la felicidad… que infantil…
¡PERO NO ME IMPORTA NADA!
23:58.
Tengo tos. No puedo dormir. Me duele la espalda con la tos. Es esa tos de perro que le dicen. Me duelen las
articulaciones… me parece que tendré que ir a médico. No me siento nada de
bien.
No
puedo pensar en nada ahora… me iré a preparar una limonada y me tomaré dos paracetamol…. O cuatro mejor será… ¡QUE
HORROR!
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Siguiente entrega: JUEVES .
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Insisto, Yiyi es tonta y profesional. El tipo solo quiere sexo y ella casi se ve con vestido de novia. Oh, por Dios, que alguien le explique porque yo le pego. Además en la cama también fue un patán... Ay no que yo la mato y luego a él. ¿Que esta soltero? Aja, si como no... por favor, no solo tiene una relación sino que sospecho que hasta casadito esta, esa gordurita de más es la típica del matrimonio...
ResponderEliminarY todavía le vale lo que piense o sienta el bombón de Arturo Mollins, mmmm... a ver si no lo pierde por andar de tonta con el bastardo patán de Jeremy. He dicho...
Mil gracias por el capitulo, me ha gustado...
Besitos
Empece a leer la historia de Yiyi hace dos días y me encanto aunque concuerdo con Kristell de verdad tiene 33 años como se puede engañar ella misma que el tipejo de Jeremy la quiere el solo esta buscando pasar el rato con ella y Arturo si se esta enamorando de ella, pero que no podría sacar el carácter cuando esta con Jeremy y mandarlo al diablo.
ResponderEliminarDe todas maneras muchas felicidades ahora si que esta historia me ha hecho reír mucho, claro también enojar y te felicito en los primeros capítulos te atrapa nada mas de querer saber que va hacer Yiyi
Bueno en espera del siguiente capitulo en donde espero que Arturo ya le lleve un doctor porque ella no va a ir hasta que tenga pulmonía
;)
que peste la que tiene jajaja
ResponderEliminarA veces hay que chocar contra la pared sola para darte cuenta de las cosas no hay otra manera cuando una es tan terca y ciega, dios no quiera que sea muy tarde aunque todo es super emocionante igual. Me encanta! sigue adelante!
ResponderEliminarBesos Yiyi!
holaaa Yiyi comence a leer tu historia y me encanto,pero ya es hora de que habra los ojos por dios ese patan lo unico que quiere es sexo facil....jajaja pero muy bueno hasta el proximo ;-)
ResponderEliminarpareciera que fuera una quinceañera, aqui en chile esta el dicho "la vende como lolita de quince", eso es exactamente esta niñita, le falta algo que la haga despertar y salir de ese trance...
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