lunes, 14 de octubre de 2013

Capítulo 40

Sábado 18 de junio

3:00 AM.
Todo mi cerebro está solo lleno de él y mi corazón extasiado de amor… todo por mi adorable Jeremy… ¡Haij!
He llegado hace poco de la cita de improviso que tuve con él. Así que, como es de suponer, acepté salir a tomarnos una copa por ahí… y lo pasé divino.
Después que acepté que saliéramos, me dijo que tenía un par de cosas pendientes así que era mejor que nos encontráramos en un bar que está cerca del Cerro Santa Lucía. Yo me fui primero. Jeremy no andaba en auto, me contó que lo había mandado a limpiar así que tendríamos que irnos a pie. Le dije que no se preocupara por mí por que vivía en el centro. Me llamaría al celular cuando estuviera saliendo de la oficina.
El bar era bastante bonito. Pequeño, íntimo aunque demasiado oscuro. Estaba repleto. Estuve parada un buen rato, hasta que se desocupó una mesa. Pedí una bebida para esperar a que llegara mi cita. Había muchos estudiantes. Existía una Universidad en las cercanías. Un muchacho me tenía particularmente incómoda. No dejaba de mirarme, con esa típica vista media desorientada que se le pone a las personas que han bebido mucho y que tratan de hacerse lo coquetos. No se ve bien. La verdad es que es bastante vergonzoso. De pronto se envalentonó, se acercó a mi mesa y me invitó a unirme a su grupo. Le dije respetuosamente que le agradecía la invitación, pero que esperaba a alguien. Se fue, aunque no dejó de flirtear conmigo. Mm… niñito… el gusto de algunos muchachitos por la mujeres mayores… mm…
Eran cerca de las 20:00 horas y ya me había convencido que Jeremy me había dejado plantada. En ese momento justo, lo vi entrar al bar. Se me acercó radiante como siempre y se excusó por el atraso. Me dijo que había salido tan rápido de la oficina que había olvidado llamarme. Recién en ese minuto yo pedí un pisco sour y él una cerveza. Cuando los brebajes llegaron a nuestra mesa, él bebió un gran sorbo y luego me quedó mirando un rato.
-          Bueno Gómez… al fin estamos solos…
-          Si, es bueno – dije sorbiendo mi pisco sour con la delicadeza de una Geisha.
-          Si… ¿nervios?
-          ¿Nervios por qué? – pregunté. Ok, dicen que los cazadores huelen a su presa. Quizás yo olía a cobardía en ese minuto. Mm…
-          No sé… quizás, yo te pongo nerviosa – me dijo en tono coqueto.
-          Para nada. No me das miedo, Jeremy – dije esperando que no me castañetearan los dientes.
-          ¡Ah!... verdad que eres una mujer ruda. Me gusta eso en una mujer… - dijo dando otro sorbo a su cerveza-. Oye Gómez, quiero hacerte una pregunta - ¡Uy! ¡demonios! Se venía la invitación “extra”.
-          De qué se trata – respondí tratando de no hacer ver mi nerviosismo.
-          ¿Qué onda entre el chupete de fierro y tú? – mm… eso no me lo esperaba.
-          ¿El quién de qué?
-          No te hagas la tonta, Gómez. Entre ese pesado del Mollins y tú ¿qué onda?
-          Sorry… - dije sin poder contener la risa - ¿cómo es que le dicen?
-          Chupete de fierro…
-          ¿Y eso por qué?
-          Por que es desagradable el tipo. Es tan tieso, se hace el serio, el caballero respetable delante de todas las minas, para dárselas de galán de cuarta el huevón… - mm… no sé… pero me pareció detectar una leve sombra de envidia en toda esa frase –. Oye, y no me cambies el tema. Quiero saber ¿qué pasa entre ustedes?
-          Pasa que es mi enemigo… - dije tomando un sorbo de pisco sour.
-          ¡Jaja! Ya… y se puede saber por qué es tu enemigo.
-          Pues porqueeee… - había sido una buena pregunta ¿realmente se podía saber? – por que es un ricachón que se cree Dios. Camina por la oficina y todas las tontitas caen rendidas a sus pies. Me parecen patéticas. Es solo un tipo falso, forrado en plata. Se ríe a costa de ellas. Por eso es mi enemigo.
-          ¡jaja!... ¡esa es mi chiquilla!
Las mentiras se me estaban dando muy bien en los últimos días. Por alguna extraña razón, me salían con demasiada facilidad. La verdad, es que no me creía ni yo lo que había dicho. Pero Jeremy pareció complacido con mi respuesta y eso para mi era suficiente. No me sentía capaz de decirle que vivía con el jefe ¡uf!... si se lee horrible cuando lo escribo, hay que imaginarse como sería escucharlo… ¡valor!

Bueno el resto de la jornada no me siguió preguntando nada más. En cambio se puso algo cariñoso. Me miró fijamente por largo rato, hasta que agarró su silla y la puso junto a mí y me dio un beso. Las palabras sobraban. Me besaba y yo lo miraba quizá un poco embrujada por la situación. O… media borracha, ya que el Pisco Sour estaba bastante fuerte y me había agarrado algunas neuronas.
Pasada la medianoche salimos del local. Él, con tres cervezas en el cuerpo y yo con el pisco sour más eterno de la historia de los bares de Santiago. El viento de la calle me hizo tambalear un poco, fue como un bofetón. Afuera parecíamos quinceañeros. Me abrazaba y me besaba. Igual… los besos eran de esos que incitan al revolcón ¿eh? Aunque presiento que Jeremy no es un gran besador. Pero estuvieron bien, sobre todo para el tiempo que llevaba sin hacer el ejercicio del ósculo pasional.
Mientras caminábamos sin rumbo, en una ocasión me empujó a la entrada de un edificio que parecía abandonado. Me besó en el cuello y metió una de sus manos por debajo de mi camiseta. Mm… esto jamás lo voy a poder descifrar del todo. Los hombres son bastante torpes y bruscos para muchas cosas, pero por alguna extraña razón son horriblemente habilidosos para encontrar los broches del sostén y desatarlos con bastante pericia. Es un gran misterio para mí... en fin… cuando comenzó a subir su mano hasta uno de mis pechos a mi me dio un escalofríos que ¡uf!, ¡uf!, ¡uf!... me moví hacía un costado para detener el avance, sin embargo, él decidió bajar su mano hasta mi cintura e intentó meterla en el interior de mi pantalón. En este justo punto le di un empujoncito. Él me dijo “¡¿qué?!” y yo le respondí con un simple “no”. Dio un paso hacia atrás y se quedó mirando la calle, creo que un poco molesto.
Justamente esta semana estaba leyendo un artículo que decía que si uno quería que un hombre la tomara en serio, jamás tenía que tener sexo en su primera cita. Por un lado, ellos piensan que uno hace eso con todos y por otro a ellos se les quita las ganas de seguir esforzándose en la relación. Así que le hice caso al artículo. Me armé de valor y detuve el excitante paseo de sus manos por mi cuerpo. Aunque reconozco que después de todo eso me moría de ganas de irme con él. Pero necesito hacer que esta relación se inicie con el pie derecho.
Seguimos caminando hasta que llegamos a un estacionamiento. Allí nos despedimos. Me besó y me dijo “Gómez, igual no podríamos haber tenido sexo hoy. Me olvidé de comprar condones”. Mm… sin comentarios. Él se dio la vuelta y entró a los estacionamientos. Entonces le recordé que había enviado a limpiar el auto. Me dijo que lo habían llamado a última hora para decirle que estaba listo y lo había pasado a buscar antes de ir a nuestra cita. Mm… le dije adiós con la mano y seguí mi camino.
Espero que él haya entendido que no lo estaba rechazando, sino que solo estoy velando por la verdadera fortaleza de nuestra relación.
Me fui caminando lento con una sonrisa que no podía disimular. Cuando llegué al departamento, eran cerca de las 1:30. Aún estaba flotando en el cielo… ¡estoy tan feliz!...
Gracias a Dios, Arturo Mollins no se veía por ninguna parte. Aunque no habría importado nada de lo que ese chupete de fierro me hubiese dicho esta noche. Este tipo no podría haber arruinado absolutamente nada…

Cuando me encerré en mi pieza, vi luz aún por debajo de la puerta de su habitación. He tratado de dormir y no he logrado conciliar el sueño. Estoy demasiado feliz. Mi relación con Jeremy está tomando forma. Al fin ya no estaré más sola, tendré quién me ayude a levantarme de todas las desgracias, un compañero al cual simplemente siento que adoro… todo esto porque al fin he encontrado mi media naranja… ¡Oh! Jeremy, cuanto te quiero…

***************************************************************

Siguiente entrega: MARTES.

No olvides unirte a nuestra página en Facebook. Con solo dar "Clic" en el botón "Me gusta" podrás ser parte de ella y compartir con muchas lectoras más de "La peor de todas" 

5 comentarios:

  1. ¡Oh, Dios mío! ¿Y yiyi se las da de muy inteligente? ¡Por todos los cielos, si es una bruta! Ay, si, perdón mi exabrupto, pero a kilómetros huelo las falsedades del tal Jeremy y ella todavía se siente "feliz y flotando entre nubes", si es para atestarle un buen golpe y hacerla entrar en razón... Ay, hoy si estoy enojadaaaaaaa y mucho. El tipo es un patán en toda regla, de ella solo quiere un acostó de quinta, ¿Que no lo ve? ¿Necesita que la deje votada fuera del motel de nuevo? ¡Por Dios es que la trata con la punta del pie! ¿Ella no lo ve?... El pretexto del carro, ahí debió empezar a olerselas, simplemente no quería pasar por ella y punto; y digo si al final tenia su carro pues mínimo ofrecerse a llevarla a casa. Y luego querer meterle mano en un callejón, ay eso es tan vil y la otra orgullosa de que no se dejo, santa cachucha si es para pegarle, de verdad. Y todavía osa pensar que tiene una relación con "Jeremy patán de patanes" y que la va a apoyar, ay santa madre de los caramelos esta mujercita aun cree en los santos reyes...
    En fin, una vez sacado mi coraje contra Yiyi por ser tan pero tan ciega y tonta... Quiero agradecerte por colgar tan temprano el capitulo, pude disfrutarlo con mi cafecito mañanero antes de irme a trabajar... Gracias ;)
    Me encanta la historia, sufro de yiyiadiccion, pero hoy, en definitiva, estoy enojada con yiyi....
    Besitos

    ResponderEliminar
  2. No Yiyi, un par de chachetaditas es que se me antoja darte, ese Jeremy es un idiota y tu ahi pensando en cuanto lo quieres, mal... MUY MAL!!!
    No voy a escribir mas porque soy una yiyiadicta enojada...

    ResponderEliminar
  3. CREO QUE YA ES HORA QUE SE DE CUENTA QUE ANDRES LA QUIERE, CUANDO PASARA, QUE YA SE DE CUENTA QUE JEREME NO LE COVIENE, QUE ES UN PATAN

    ResponderEliminar
  4. ojala no se enrede con el bobazo de jeremy

    ResponderEliminar
  5. Opino como las chicas , esta mujer , es lenta y sin remedio... Le quiso meter mano de una vez ... NNo la busca ni la lleva en su auto... Y ella esta feliz... Mollins dale dos cachetadas de mi parte!!! x favor!!!

    ResponderEliminar