16 de Julio
23:19.
Hoy no me siento nada de bien. Tengo mi corazón partido por la mitad. Me parece
que nada podría volver a unirlo.
Es
increíble lo que una mujer, en nombre del amor puede llegar a hacer y a olvidar
también.
Me
siento mal. Sucia. Usada. Humillada. Vejada. Me siento como una puta…
Son
tantas las cosas que tengo que contar… pero no había tenido el valor de
sentarme a escribir. He esperado que Arturo Mollins se fuera a acostar con su
tazón de café. Apagué todas las luces y solo me ilumino con la luz de los
postes del alumbrado público. He puesto un CD de toda la música que más me
gusta.
Ahora
suena Epilogue – Relief, de Apocalyptica. El tema me hace sentir
peor, más triste aún. Si es que es posible sentir más tristeza y humillación.
Es como si miles de puñales se enterraran en mi cuerpo… ¡Haij! Dios Santo… soy
tan, tan estúpida… en algo ha tenido razón todo este tiempo Jeremy: soy una
pendeja.
Resulta
que el jueves finalmente, a regañadientes acepté la invitación a salir de
Jeremy. Fuimos al mismo motel de siempre… durante la tarde me había estado
diciendo lo que haríamos.
Una
vez allí me comenzó a toquetear como es su costumbre. Me sacó la ropa y nos
tiramos a la cama. Debo decir que lo pasamos mejor que la última vez. Yo me
dejé llevar. No estuvo mal, para qué miento, mejoró bastante, aunque a cada
rato me decía si había llegado al orgasmo… la última vez le dije que sí, porque
estaba aburrida de que me hiciera la misma preguntita.
Cuando
la acción llegó a su fin, yo me pegué a su cuerpo, no sé, esperando que me
abrazara o alguna tontera más romántica. Lo único que saqué fue una quemazón en
mi brazo con su estúpido cigarro encendido. Me dijo que no fuera bruta para
hacer esas cosas… en realidad… si, soy muy, muy bruta y no me había dado cuenta
de nada.
En
ese momento se vino la peor parte, lo que no podré jamás en mi vida olvidar.
Se
me ocurrió preguntarle si era verdad eso de que me quería.
- Si, claro – dijo lanzando una bocanada de humo –
siempre te he querido… dar un buen revolcón… - y lanzó una risotada.
- Te lo pregunto en serio… qué tanto me quieres…
- Gómez… qué te pasa… te lo digo en serio… ¿acaso piensas
que te amo?
- Pues… no sé…
- ¡Ja!... oye, ven que te tengo ganas todavía…
- Te tengo otra pregunta – me puse tensa. Algo no andaba
bien.
- Ya rapidito… me cargan los interrogatorios post coito…
- Qué fue eso que me dijiste el otro día, eso de que solo
yo era tu aventurilla y que yo era la otra mujer… no entendí, pensé
que teníamos algo serio entre nosotros…
- ¿Algo serio?... a ver, me parece Gómez, que te has
estado pasando muchas películas conmigo. Yo ya tengo mi relación seria hace un
buen rato. Tú eres la “otra” por así llamarlo. Me completas…
- ¿Qué te completo?… oye – dije riéndome, creí que me
estaba tomando el pelo-, yo no quiero ser “amante” de ningún hombre…
- Pero lo eres…
- ¿Perdón? – dije sentándome en la cama y mirándolo
fijamente.
- Qué… oye, no me mires así… si tú lo sabes….
- Que yo se qué, Jeremy… - el corazón me latía muy
fuerte.
- Por favor, no seas estúpida… tu eres mi amante desde
hace semanas… y bastante buena cuando no te da por andar preguntando tonterías…
- Yo… yo… no… tú, estás mal… no entiendo lo que me dices…
tu me dijiste que estabas soltero, cuando te pregunté me dijiste que estabas
soltero, yo te lo pregunté y eso me respondiste tu – chillé horrorizada.
- Si… y cuando me lo preguntaste, claro que lo estaba…
- No… Jeremy, no… - dije saltando de la cama y
cubriéndome con la sábana.
- Por favor. No seas patética… ven acá, démonos otro
polvo y listo…
- ¿Te casaste?… ¿es eso?... ¿cuán… do? - dije con un hilo
de voz.
- Me casé el sábado pasado por el civil. Me caso pasado
mañana por la iglesia… o sea, tu eres mi despedida de soltero… jajaja… ¡Y
GRATIS! Jajaja… - a mí se me había desencajado la quijada de la sola impresión.
- Te costaba mucho decirme eso… me has… me has… - no me
salían las palabras.
- ¡Buf!... ya… sorry… así mejor nos vamos. Si te pones a
llorar agarró mis cosas y me voy… Gómez tienes un lindo trasero, y ese tatuaje
que te hiciste es demasiado sexy, te lo he dicho siempre. No eres lo que busco
para mi futuro. Si te hiciste ilusiones conmigo, de verdad que lo siento… amo a
mi señora. Es una tremenda mujer, sin ofender te faltan años luz para estar a
su nivel. En el sexo es una fiera ¡uf! Hace lo que le pido… pero cuando ella no
está, tu llenas esos vacíos… pensaste que me separaría de ella ¿por ti? – dijo
riendo.
- Es la misma con la que te fuiste a Argentina…
- Claro… qué crees, que andaría cambiando de Polola como cambio de amante… jajaja… No
te aflijas, siempre te he dicho que te quiero. Ya, ven para acá, mira que estoy
excitado de nuevo… pagué el cuarto por toda la noche…
Solo
me lo quedé mirando… ahora encajaban todas la piezas en el rompecabezas… ahora
todo cuadraba de las peores mil maravillas…
Tomé
mi ropa, me vestí y salí del cuarto. Él me decía cosas, pero yo no lograba
escuchar nada, porque tenía la cabeza hinchada. Antes de irme le dije que
esperaba que fuera feliz con su señora, me respondió que no me comportara como
una pendeja bruta. Cuando cerré la puerta, él se estaba levantando de la cama.
Me
vine caminando lentamente hasta el departamento. El viento helado no me ayudó a
despejarme. Mi mente daba vueltas. Todo daba vueltas. Me tropecé y caí al
suelo. Rompí el pantalón en la rodilla y me rasmillé las manos.
Cuando llegué, Arturo Mollins estaba sentado en el
sillón leyendo un libro. Me quedó mirando. Se puso de pie rápidamente y comenzó
a hablar. No sé lo que decía… solo cuando me tomó por los hombros y me sacudió
me di cuenta.
-
Gabriela, te estoy
preguntando que si estás bien. Estás pálida… qué ha pasado, ¿te han asaltado?
¿quieres que llame a alguien de tu familia? ¿necesitas un médico?
-
No… - dije sin
saber qué me estaba preguntando – no… yo… estoy bien… muy bien…
-
¿Segura? ¿Quieres
tomar algo caliente? No te veo bien…
-
No… - seguía sin entender
nada.
-
Y tu ropa – me dijo
Arturo Mollins -, Gabriela tu ropa… ¿segura que estás bien?, me estás
preocupando mucho. – yo me había acercado a la mesa de la cocina por inercia. No
podía sacarme de la cabeza la palabra “amante” - ¡Gabriela! – me gritó Arturo
Mollins – dime qué mierda te está pasando…
-
No me pasa nada… -
dije con un hilo de voz. “Amante” “puta” “zorra” “ramera” me repetía en la
cabeza.
-
¿Y qué le pasó a tu
ropa?
-
¿A mi ropa?
-
Mírate… tus
pantalones están entierrados y rotos, los botones de tu abrigo están abrochados
en escalera… ¿me quieres decir lo que pasó? – mi ropa, mi ropa interior.
Necesitaba limpiarme. Mi cuerpo estaba sucio.
No sé, de pronto todo se me nubló. Me mareé y Arturo
alcanzó a sostenerme. Él me repetía que le dijera qué era lo que me sucedía.
-
Suel… suéltame,
suéltame. No me toques, no quiero que me toques… tú no me puedes tocar así… -
recuerdo haberlo empujado. “Amante”, “puta”, “zorra”, me repetía en la cabeza.
Comencé
a sacarme la ropa, sentía que me quemaba. Estaba inmunda. Yo estaba sucia. Me
desesperaba tener todo eso puesto… me encerré al baño, me saqué todo y me metí
desnuda bajo la ducha. Mientras caía el agua, me puse a pensar en lo que
habíamos hecho esa noche y se me revolvió el estómago. No me pude aguantar y me
puse a vomitar. Tenía asco… asco de mí… asco de todo… asco de mi propia
estupidez…
Debí
haber estado por mucho rato bajo el agua. Cuando salí tenía los dedos arrugados
y me sentía desmayar. Quizás horas estuve encerrada allí… cuando salí del baño,
Arturo Mollins seguía en el living con el rostro contraído por la preocupación.
Miraba la puerta del baño. Yo salí solo cubierta con una toalla y con el pelo
suelto. De hecho era una toalla que se le había quedado a él en el baño…
-
Es tarde… - me dijo
con tranquilidad – debes secarte el pelo
sino, te volverás a resfriar… ¿quieres comer algo o tomarte una agua de hierbas?
-
¿Crees que si me
resfrío pueda morir?
-
Quizás… es posible…
- dijo sonriéndome.
-
Bien. En ese caso
me acostaré con la ventana abierta… por que ahora lo único que deseo… es morir…
- me encarcelé en mi pieza y cerré la puerta justo cuando Arturo Mollins decía
mi nombre e intentaba entrar a detenerme.
Me
tiré a la cama. Todo el mundo seguía dado vueltas en mi cabeza.
Me
quedé dormida con el olor de la toalla de Arturo Mollins metida en mi nariz…
por suerte olía a él y no a Jeremy… olía al jabón de Arturo Mollins… olía solo
a él… solo a él…
Bueno… aún no he muerto. A pesar que me tiré a la cama desnuda, cubierta con una toalla mojada y el pelo estilando.
Este
día ha sido el más horrible de todos.
Anoche
lo único que deseaba era morir. Arturo Mollins no me dice nada… solo me mira.
Por lo menos ha respetado mi espacio. No he llorado. Pero me siento muy mal…
Hoy
Jeremy se casará por la iglesia, el maldito bastardo. Y yo me presté para sus tonterías,
para todas sus porquerías como una completa estúpida… por la iglesia, el
maldito perro hipócrita. Ese debe
haber sido el proyecto por el cual todo mundo lo felicitaba: su matrimonio por
el civil… y yo no me di cuenta. Años de estudio, años de preparación, años de
tomar cursos y talleres, años de cultivarme y un maldito hijo de puta me había
hecho dos veces lo mismo. Dos veces me había destrozado la vida, dos veces… y
yo caí como una tarada. Me usó y yo creí que era amor… que idiota.
¿Por
qué Dios me castiga de esta forma? ¿Por qué tengo que pasar por estas cosas?...
yo no creo ser una mala persona… no sé por qué estas cosas me pasan a mi.
Ya
es media noche y en mi CD suena un tema de Air Supply que me hace odiarme, por
ser necia, tan bestia. Una completa cretina.
No
quiero llorar. No quiero sentirme débil. No quiero que me la gane. No quiero
dejarme vencer por la humillación. No quiero… no quiero caer, porque no tengo
dónde caer… no tengo a nadie que valore mis sentimientos. Solo tengo un dolor
muy profundo en mi corazón…
Increíble…
es tan poco lo que una pide como mujer. Amor sincero que se vea reflejado en
respeto. Y es justamente lo que menos he tenido en mi vida…
Hay
olor a café, aunque yo me preparé un jarrón de chocolate. Quizá no lavé bien el
jarro. ¡Dios! Está sonando un tema que dice lo que espero de alguien.
“Somebody”, de Depeche Mode. El tema me está matando. No puedo controlarlo… me
siento destrozada. Dos veces caí con el mismo bastardo. Dos veces… es tan poco
lo que deseo del amor… maldita sea… ¿Por qué a mí?… ¡¿por qué a mí?!… me niego
a llorar… tengo un horrible nudo en mi garganta, pero no lloraré… solo requiero
algo de tiempo para sanar las heridas que yo misma me he provocado. Luego me
levantaré y seguiré mi camino. Yo sé que lo haré… solo necesito… un poco de
tiempo, para ordenar mi vida…
Son
los últimos compases de la canción… mm… y el olor a café es intenso… siento que
me miran pero eso no puede ser, Arturo Mollins se encerró hace horas en su
habitación. Me ha dejado para estar sola un rato. Debo agradecerle. Ha sido
tremendamente respetuoso conmigo. Aunque ahora me habría gustado tenerlo cerca,
para que pusiera mi cabeza en su pecho y me acariciara el cabello. Para que me
dijera que todo va a estar bien de nuevo, que él me comprará los helados que
desee, que me cuidará, que él se hará cargo de mis problemas mientras sano mi
corazón y todo vuelve a su lugar… maldita sea… se me calló un lagrimón al
jarro… y el olor a café aún no se va… si… me gustaría tener a Arturo Mollins
cerca en este momento, para cerrar los ojos, detener el tiempo y protegerme entre
sus fuertes brazos… para perderme para siempre en los latidos de su corazón y
poder así volver al mío a la vida…
¡Oh!
Jeremy… ¿por qué me has hecho esto a mí de nuevo?... ¿Por qué?...
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Siguiente entrega: MIÉRCOLES.
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Hay mi Yiyi, bien dicen que uno puede hasta perecer por falta de conocimiento..... Tranquila no te mates la cabeza. La inicencia no es buena compañera de amores, querida, dolerá y dolerá mucho..... pero pasará.
ResponderEliminarAhora si quieres lo Cogemos al hp de Jeremy y le cortamos sus joyitas, para que te recuerde pa´toda la vida!?!?!?
ooohhh!!! :´( q pena mas grande yiyi!!pero esto es un mal necesario!! maldito jeremy!! lo odio...
ResponderEliminarme encanta tu historia!! como e llegado a esperarla todas las mañanas.
saludos a meche.
Yiyi no quiero decir te lo dije, pero TE LO DIJE!!!
ResponderEliminarAy linda, me duele tu tristeza :(
Ahora la buena noticia es que los brazos fuertes y el latido del corazon de cierto señor estara ahi para ayudarle a sanar su corazoncito.
Jeremy que mejor se quede alla donde va a ir de luna de miel porque donde yo me lo encuentre... ya tengo listo mi machete!!!!
Aunque por otro lado y pensandolo mejor, le va a arder cuando vea a Yiyi en mejor posicion que el, ay te juro que pagaria por leer eso...
uff...que dolor!! Te felicito por la forma de escribir, es increíble como logras transmitir los sentimientos, cuando lo leía no pude evitar lagrimear.
ResponderEliminarEspero que mañana comience a consolarla Arturo jeje..
Que mal,
ResponderEliminarojala se de cuenta luego q arturo mollins le tiene ganas..... yes!!!!!
Mnm si y ahora viene lo mejor ... el consuelo de arturo .. quee lindo que alguien te valore como mujer y seas para esa persona lo que mas ama . .llora y llora que tenes que descargar . Que lo mejor se viene ahora
ResponderEliminarpobre gabriela como semejante pendejo se vino a encontrar ojala que la consuele Arturo....
ResponderEliminarBea, Maylee, Susana, Marce, Johanna, Celina y Sandra. Gracias por sus comentarios.
ResponderEliminarEspero el capítulo les haya gustado... Agradezco también el espíritu justiciero de algunas, siempre tan oportuno y entretenido de imaginar.
Como habrán leído... ahora me preparo para intentar re-construirme...
Besos para todas :-)