jueves, 21 de noviembre de 2013

Capítulo 63

02 de Agosto

16:09. Mm… hoy ha pasado algo realmente extraño. Y para que yo encuentre algo extraño, tiene que serlo de verdad.
A eso de las 11:00 mi anexo comenzó a sonar, miré el visor y salía el anexo de Arturo Mollins. Me asusté. La última vez que me llamó conocí a la remilgada y estirada de la abogada, tuve que contar toda la historia de cómo di con el departamento. Cuando contesté, Arturo Mollins me dijo que por favor le llevara el manual de apoyo a su oficina. Mm… ¿el manual? reconozco que me pareció una petición extraña. El manual lo tenía en formato Word, digitalizado. Se lo mencioné, pero fueron tantas las “eee” que escuché desde el otro lado del auricular, que pensé que quizás era una simple excusa para hablar un tema mucho más serio. Cuando habló se escuchaban de fondo gritos de niños, como si llamara desde un jardín infantil. No pregunté nada más, colgué, busqué el respaldo físico del dichoso manual y partí a su oficina.
A medida que me acercaba se escuchaban más y más fuerte gritos de niños y piececitos corriendo por la sala. Cuando le dije a Ximena, la secretaría del don jefe supremo, que él me había llamado me dijo que pasara que me estaba esperando.
Al abrir la puerta, me recibió una pequeña niña, mulata, con unos entretenidos cachirulos y unos ojazos color pardo que eran dignos de envidia. Un poco más alejado había otro pequeñuelo, mulato también, dándose vueltas hasta casi vomitar. La niña no me apartaba la mirada, y me comencé a sentir igual como cuando Arturo Mollins me queda observando.
De pronto la niña me preguntó “¿Eres la novia de tío Arturo?”… ¡¿QUÉ?! Casi me dio ataque surtido al escuchar eso. Le respondí que no, que yo trabajaba para él, que era su empleada. Luego miré hacia donde se encontraba sentado Mollins, colgado al teléfono. De pie junto a él había una mujer con una ancha falta y cargada de collares dorados. La mujer miraba su agenda y daba tachaduras con una decisión y fuerza que creí que la agenda se partiría por la mitad.
Mollins me hizo señas con la mano para que me acercara. La niña de ojazos pardo me seguía mirando, pero ahora me sonría. Yo le devolví la sonrisa. El niño que se estaba dando vueltas se detuvo y ahora tenía dos pares de ojazos pardos mirándome fijamente. Era intimidante. El niño le preguntó a la niña quién era yo y ella le dijo “es la novia de tío Arturo”, “Que no”, salté yo, “No soy su novia, solo trabajo para él”. En eso Arturo Mollins colgó el teléfono y le pasé el manual. La mujer que estaba parada junto a él, levantó la vista de la agenda, les dijo a los niños que no me molestaran y me quedó mirando como si hubiese visto un fantasma. Se dirigió a Arturo y le dijo “¿Es ella?, ¿ella es?”, él le respondió  “si”, la mujer le sonrió a él y luego a mí.
-       Hola – me dijo estirándome una mano – mi nombre es Magdalena, soy la hermana de Arturo. Tú debes ser Gabriela. Arturo me ha hablado muchísimo de ti…
-          ¿Si? - ¿hablan de mí?, pensé.
-          Si, me ha contado lo del departamento, lo de la librería de tu padre y que es tu jefe. El destino es un poco extraño ¿no lo crees?
-          Mm… si, tiene un extraño sentido del humor… - ella me volvió a sonreír y descubrí que tenía la misma sonrisa que Arturo Mollins.
-          Tabita, deja de mirar a la niña así – le ordenó a la niña.
-          Mami, mami, mírale el cabello… - dijo la pequeña con todos sus cachirulos - ¿lo puedo tocar? – me preguntó con siete dedos en sus labios ocultando una risita.
-          Claro… - respondí poniéndome en cuclillas delante de ella y pasándole mi trenza, la cual acariciaba y se reía mirando a su madre.
-          Magda te quería conocer... – dijo Arturo mirando la manita de su sobrina – le hablé de tu hermano.
-          Tengo muchísimos contactos Gabriela. Podrían ayudar a tu hermano a una exposición de pintura, facilitando una maravillosa sala – dijo muy entusiasmada.
-          ¡Oh! Te lo agradezco mucho, le diré que te contacte. Pero te aviso que no te dejará en paz. Es muy insistente…
-          Es que solo así se consiguen las cosas que uno desea en la vida ¿o no, hermanito? – Magdalena le había dado unos codazos a su hermano. Arturo se abrochó la chaqueta, un poco incómodo con la situación.
-          Tío Arturo – dijo el niño que estaba parado al lado mío - ¿tu novia puede venir a jugar con nosotros a la casa?
-          Que yo no soy la novia de tu tío… - dije ya perdiendo la cabeza, mientras Arturo levantaba las cejas y miraba a su hermana.
-          Mami, mami…. ¡Si! ¿puede venir la novia de tío Arturo?
-          Oigan, par de enanos desquiciados... – dije cruzándome de brazos –, que no soy la novia de su tío… - cuando les dije enanos, ambos pequeños explotaron en risas y se fueron a tirar al sillón. Mm… a mí nadie me toma en serio parece… que frustrante.
La hermana de Arturo lo miraba con una sonrisa cómplice. De esas sonrisas que me hacían recordar cuando Polín y yo teníamos un enorme secreto de otra persona y no lo queríamos contar, aunque ya explotábamos por hacerlo.
En ese momento entró a la oficina Marcela, la abogada estirada. Saludó efusivamente a la hermana de Arturo.
-          ¡Oh! Magda… hace mucho que no te veía ¿cómo estás?
-          Muy bien Marcela, gracias.
-          ¡Uy! Y trajiste a los niños… ¡adoro estos niños! - de dos zancadas se acercó a donde estaba Tabita y le apretó una mejilla. La niña se logró zafar de sus tenazas antes de perder el pómulo. Salió corriendo y se escondió detrás de mí. – Y tu ¿qué hace aquí? – dijo mirándome, mientras Tabita se me agarraba a la pierna.
-          Pues… mm… yo trabajo aquí…
-          Me refiero a ésta oficina. – replico con cara de palo.
-          El señor Mollins me mandó llamar… y ahora estaba hablando con la señora Magdalena. Hace cinco minutos esta niña que ahora se esconde tras de mi, estaba cuestionando mi estado civil. ¡Ah! y el niño, me hacía una tentadora invitación, la cual estaba a punto de declinar por serios problemas en mi agenda de juegos, travesuras y diversiones varias… - escuché risitas tras de mi y detrás del sillón.
-          Marcela – dijo Arturo mordiéndose el labio inferior. Parecía estar conteniendo la risa -, Gabriela me trajo unos documentos. ¿Podemos ver lo de los contratos en un rato más?
-          Pues… te los traje para que los firmes y los discutamos inmediatamente. Aproveché de saludar a Magda y a los niños – dijo con una sonrisa de afectación.
-          Gabriela – dijo de pronto Magdalena -, cuéntame más de lo que hace tu hermano. Me parece fascinante. Yo adoro el Arte – me tomó de un brazo y me llevó al sillón. Tabita aún no se despegaba de mi pierna. Yo le tocaba su cabeza llena de esos cachirulos que me divertían mucho.
Me contó que eran sus hijos adoptivos. Tenía otro más, pero estaba en el colegio. Los tres niños son haitianos. Había ido a ese país por razones humanitarias, es Médico Pediatra, así que viajó con lo de “Médicos sin fronteras”. Allí dio con estos niños. Tabita y su hermano Ariel, tenían cuatro y cinco años, respectivamente, cuando los decidieron adoptar con su marido. La madre de los niños, había muerto durante el parto de la pequeña Tabita. Le conté que a mi me encantaría adoptar alguna vez. Me preguntó si tenía problemas para tener hijos, al igual que ella, le respondí que no. Que de encontrar al hombre correcto tendría hijos biológicos, pero que siempre había soñado con adoptar. Era verdad, no lo dije solo para quedar bien ¿eh?
Marcela se había marchado hacía un rato, no sin antes lanzarme una mirada asesina. Arturo se había sentado en el otro sillón mientras Ariel trepaba por su espalda y lo intentaba ahorcar.
-          Gabriela me dice que quiere tener hijos propios y adoptar también, que bonito ¿no te parece?
-          Si… por supuesto… - respondió Arturo mientras le comenzaba a hacer cosquillas a Ariel, el cual luchaba a carcajada limpia para que eso no sucediera.
-          Tu esposo debe estar feliz de tenerte por esposa – dijo ella.
-          No soy casada…
-          ¡Oh! Entonces tu novio…
-          No tengo novio… - dije deseando que el sillón me tragara completa.
-          ¿Pero cómo es eso? ¿Andas suelta por ahí? No te lo puedo creer, Gabriela. – al decir esto se quedó mirando fijamente a Arturo.
-          Pues tendrás que creerlo, porque así no más es… - respondí levantando los hombros.
-          Mi hermano está soltero, por si te interesa – dijo en tono pícaro –. Es un poco malas pulgas a veces, pero es buen hombre.
-          Magda… no seas tonta… cómo le dices eso – no sé si era idea mía, pero veía que Arturo Mollins sudaba.
-          Tú no te metas. Mira Gabriela, mi hermano es muy tímido para estas cosas. Pero en serio, está un poco viejo pero es un buen partido – ella me sonreía -. Me encantaría tenerte de cuñada. Mis hijos te adoran y eso es suficiente para mí…
Cuando me despedí de la pequeña y bulliciosa familia de Arturo, los niños seguían preguntándole a su tío si podía llevar a la tía “Grabiela” para mostrarle sus juguetes.
-          Tío Arturo – dijo Ariel que aún intentaba matar a su tío – ¿no le vas a dar un beso en la boca a la tía Grabiela como la mamá y el papá? – si el niño no lo había matado con la llave de lucha libre que había estado intentando, de seguro que lo dejo Knot Out con lo que le había dicho en ese momento.
Novia de Arturo Mollins… sonaba raro eso… Un hombre como él no andaría con una mujer como yo. No tengo un historial amoroso muy limpio. Y, claramente no era su tipo… no puedo serlo… él, yo… nah
Mmm… novia de Arturo Mollins… sería la envidia de las féminas. Andar con un tipo como él, sería ¡Uf!... Arturo es un Gentleman, sin duda no podría haber otro hombre mejor que él, físicamente hablando.
No, no… claramente, el sonrojarse y ponerse nervioso por las constantes molestias de sus sobrinos sobre eso de llamarme “su novia” lo habían incomodado. Cómo no hacerlo, si no tenemos nada y él es un caballero, no me habría cortado el rostro con un rechazo estilo Jeremy Vega.
Pero… la hermana me lo estaba entregando en bandeja… mm… jajaja…

Novia de Arturo Mollins… bueno, mirando el vaso medio lleno de una situación, a todas luces imposible de suceder,  por lo menos ya soy aceptada por una parte importante y revoltosa de la familia Mollins… lo cual no era nada, nada de malo… 

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Siguiente entrega: LUNES.

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9 comentarios:

  1. jajajajjaajjajja!! yiyi!! vamos despavila!!
    nos vemos el lunes!!

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  2. Ohhh Yiyi!!! Mas directa no pudo ser Magda... Abre los ojos!!! Tu te mereces ese caballero!!! No te subestimes...

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  3. Wao este capitulo ha estado buenisimo!!! ya viene siendo hora de que Arturito mueva sus cartitas!!! quedo muy evidente el interés que tiene sobre la "Grabiela" jajajajaja muy bellos los niños...

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  4. Yiyiiiii lee entre lineas! O sonrojos o miradas o sudores!!!! Jajajajajajaj...ese hombre transpira por vos.. Bieeeeenn
    Ya quiero que sea lunes no aguantare no aguantare!

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  5. jajaja, al buen entendedor pocas palabras, si los nilos dicen algo es porque lo oyeron, swolo que yiyi, no quieres entenderlo, por favor deja d epensar y date cuenta,

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  6. jajaja que buen cap y como me he reido....please que se lance ya !!! jajajaja hasta los nenes se dieron cuenta ...hasta el lunes ..buen fin de semana <3 xoxo

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  7. Hay Yiyi, verdad que suena lindo...... NOVIA DE ARTURO MOLLINS, rumea la idea y andate haciendo a la idea, que el ya se la hizo hace rato....;)

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  8. Por que YIYI se cree la poca cosa ?? naaahh
    para mi que se hace la loca :p

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