domingo, 8 de septiembre de 2013

Capítulo 19

5 de mayo
11:09. ¡Oh!... ¡haij!... pero que sueño tengo. Me caigo de sueño, Dios mío. No debí quedarme viendo revistas hasta tan tarde anoche.
Ayer por la tarde, nos juntamos con la señora Guarello a ver lo del departamento. Me dijo que los papeles debían quedar firmados antes del fin de semana, ya que no quiere arrepentirse con lo de la venta. Yo le pedí a Pablo que revisara las cosas y me a dicho que, a simple vista, se ve todo en orden. Al parecer firmaré este sábado y podré mudarme dentro de la semana. ¡¡Yupi!!... mamá, se hace la dura con todo esto, pero he notado su emoción. Me ha regalado varios muebles y utensilios de casa, para que comience mi nueva vida. Ayer estuve viendo revistas y eligiendo inmobiliario… pero de eso no me preocuparé hasta dentro de varios meses, ya que toda mi familia me aportara algún implemento que necesite… por otro lado, yo, teniendo donde dormir… todo bien.
Papá me ha dicho que las ventas de la librería han repuntado, pero muy poco. Sigue preocupado mi pobre padre. Con Pablo estamos viendo lo de la demanda en contra de la empresa inmobiliaria que lo amenaza con desalojarlos. Dice que papá y el resto de los locatarios podrían acogerse a algún beneficio que proteja los bienes considerados como históricos. Es cosa de ir viendo todo este asunto.
El señor Arturo Mollins se lo tragó la tierra. No ha dado muestras de vida y las chicas están lamentando su extraña desaparición. Carla no deja de suspirar por el hombre, y se me hace que se esta enamorando. Mm… que loca.
Jeremy… oh… sí… Jeremy no me dirige la palabra, pasa por el lado mío como si fuera un fantasma, no me manda correos, nada. Pareciera que estuviera arrancando de mi presencia. Pero… cuando pasa noto que me observa. Ayer estaba hablando con el jefe mantenimiento y parecía estar poniendo atención a lo que el hombre le habla, pero yo sentía que me esta mirando. Lo he pillado en muchas ocasiones. Aunque en realidad, no sé si deseo que me hable. A veces si… pero la mayoría de las veces me aterra… me he prometido que de volverme a hablar tendré que demostrarle que las cosas de verdad han cambiado entre nosotros.
Don Pelmazo, esta más lisonjero que antes con las jefaturas. Ni siguiera me llama para retarme… mm… pienso que me da por despedida a fines de mes. Se liberará al fin de mi… perfecto.
¡Ops! Correo. Mm… es de la secretaria de presidencia. Mm… tenemos reunión a mediodía. ¡Uf! Pero que terrible… me aburren esas tonterías. Ojalá la transición de la empresa y la gente nueva, termine luego… me tienen agotada con tanta estupidez, tanta perdida de tiempo… ya… ok… malditos hijos de puta han hecho que me amargue por el resto del día… ¡diablos!
16:06. ¡Jajajaja!... la reunión masiva resultó ser magnífica. En mi vida me había divertido tanto en una reunión. Paso a relatar.
El correo de la Secretaria de  presidencia nos llegó a todos, así que todos nos vimos reunidos nuevamente en la asfixiante sala de reuniones. La Cote se movía como una cigarra altanera por las instalaciones. Arrastrando los tacos y hablando con toda la gente importante de la empresa. Dándose ínfulas de mujer de mundo… en fin… cuando entramos en la sala, se quedó de pie mirando las sillas por un rato y decidió sentarse en una que estaba muy cerca de la cabecera de la mesa, la cual estaba reservada para el anfitrión de la reunión. Se cruzó exageradamente de piernas, se echo para atrás y se puso a conversar con el Gerente de Marketing y con Jeremy. El resto nos quedamos todos de pie. Las chicas se pusieron cerca de una ventana para entrar en calor. Yo me quedé un poco más rezagada. Me puse al lado de Benjamín, para que aprovecháramos de descuerar a unas pocas brujas de ventas. Estábamos riéndonos de la japonesa (que tiene el cuerpo de una muchacha de 25, pero cuando se le ve la cara con el montón de arrugas parece bruja de 80), cuando hizo ingreso Arturo Mollins con una mujer alta, rubia, delgadísima y totalmente distinguida, que se parecía a Gwyneth Paltrow. La odié, la odié por verse tan regía en ese hermosísimo traje violeta. Arturo Mollins saludó escuetamente a todos y se fue a sentar a la cabecera de la larga mesa… ¡ah!... cigarra astuta, pensé.
El ambiente de la sala pareció llenarse de pronto de enormes suspiros y risitas cómplices de todas las mujeres que estaban en la sala. Muchas parecían quitarle la ropa con la mirada a Arturo Mollins. Mm… la verdad… es que se veía particularmente atractivo en su traje oscuro, hecho a la medida, y la corbata dorada. Se le acentuaban más sus ojos color miel. Tuve que concordar con Berenice, que era bastante divertido ver y sentir la reacción de todas las féminas del lugar.
Arturo Mollins le dio la bienvenida a Jeremy y presentó a la mujer que lo acompañaba como la Jefa del departamento de Recursos Humanos Isabel De Witt. Entonces ella la que tomo la palabra. Arturo Mollins echó un poco hacia atrás su silla, y comenzó a pasear su mirada por la sala. Con calma escrutó cada uno de los rostros presentes. Hasta que de pronto… su mirada se posicionó en mi dirección. Me quedó observando y me pareció ver que sonreía. Se llevó una mano hasta su rostro y restregó la nariz, pero a mi me pareció que algo le había causado mucha gracia, y que con ese acto estaba ocultado una risa. Parpadeé un par de veces y me dispuse a averiguar qué le podría estar causando tanto chiste. Y lo descubrí… estar al lado de la mole de Benjamín de verdad que debe ser algo divertido, más aún con mi 1.55 de estatura.
Arturo Mollins no me quitaba la mirada de encima. Y debo reconocer que me incomodaba la situación.
lsabel De Witt preguntó sobre nuestras apreciaciones respecto de la venta de Ferreterías Meneghello, cómo nos estábamos sintiendo con los cambios y si teníamos ideas o algo que compartir.
Increíblemente la cigarra asesina de la Cote, tomó la palabra para compartir algo con todos nosotros.
-Bueno… Isabel y Arturo… lo primero que deseo decirles es que en nombre de todos mis compañeros les damos la bienvenida a esta empresa, que sin duda, todos consideramos como una familia. – ¡QUÉ! ¡HORROR! No puede ser tan cínica esta mujer – lo segundo, yo pienso (¡ja! Ella piensa… si claro) que lo más importante es el profesionalismo. El compromiso que cada uno debe asumir con esta empresa. Sé que en el pasado se ha fallado… pero aún estamos a tiempo de recobrar el rumbo perdido y de salir adelante… - don Pelmazo y varios otros movían la cabeza como si la diosa de la sabiduría hubiese hablado.
-Aprecio mucho tus palabras… es importante lo que has planteado sobre profesionalismo, y estoy convencida que de ahora en adelante todo será para mejor…- dijo la mujer recursos humanos.
-Y tú, Arturo… ¿qué piensas? – preguntó la yegua siliconada.
-Bueno… - respondió el aludido –. Señorita…
-María José… pero puedes decirme Cote… - dijo casi comiéndoselo con la mirada.
-Creo que más que pensar, estoy seguro que en esta empresa existe mucho talento. Señorita María José, yo y mi equipo estamos dispuestos a descubrirlo y a potenciarlo. – jajaja… por el nombre, no le aceptó el tonto diminutivo. Arturo me está cayendo de lo más bien.
-Alguien más quiere dar su opinión… - preguntó la de recursos humanos.
Esto era muy raro. Por alguna extraña razón los que tienen un cerebro de mosquito, eran los que se estaban luciendo con boberías de lo lindo.
-Pues… yo - dijo don Pelmazo -… quiero sumarme a las palabras de Cote, pero además deseo agregar otro punto. El respeto entre los equipos de trabajo - ¿perdón? -. En mi departamento se intenta siempre afianzar las confianzas con sus superiores y el respeto entre nosotros. Como jefe siempre he defendido a mi equipo y e intentado ser un fuerte punto de unión, y me parece que eso es algo que se puede replicar en el resto de los equipos de trabajo.
No puede ser tan hipócrita. No podía creer que haya usado parte de mis palabras, para defenderse y dárselas de Cristo crucificado delante de la gente nueva. Creo que justo en este punto me estaba dando ataque. Benjamín y las chicas me quedaron mirando con ojos de plato. Yo debo haber estado muy ofuscada, porque Berenice me movía la mano como diciéndome que me tranquilizara. De pronto… no me pude contener ante tamaña barbaridad…
-¿Alguien más…? - preguntó la mujer de nuevo. Yo levanté la mano como si hubiese tenido un resorte en la axila - ¿no?... nadie más desea decir algo – no me veía y eso que la ciega era yo…
-Por allá atrás… ¿Gabriela?… - dijo Arturo Mollins. Mm… interesante me llamó por mi nombre delante de todos. ¡Hum!
-Bueno… yo tengo una idea que no sé si se podrá realizar a corto plazo, pero sí quizás más a futuro…
-Te escucho Gabriela - ¡oh! Juraría que a Arturo Mollins le encanta mi nombre…
-Es posible que las evaluaciones desempeño sean realizadas en forma recíproca. Me explico. Durante los últimos años de aplicación de ese invento, siempre han sido los jefes los que avalúan a sus subordinados. Existiría la posibilidad que el área de Recursos Humanos habilitara un test tipo, donde nosotros pudiésemos evaluar a nuestros jefes o supervisores, dependiendo del caso, pero en forma anónima.
-Si… si podemos – dijo Arturo Mollins sin darle tiempo a Isabel de responder – pero tendríamos que tener argumentos para su realización.
-Veamos… mm… hacer un test donde se evalúe a las jefaturas permitiría que estas supieran sobre sus debilidades como líderes de grupo, donde están fallando y qué podrían potenciar… ¿sirve como argumento suficiente?
-Para mí… sí…– dijo Arturo Mollins – muchas gracias, Gabriela - y lo habría besado pero estaba muy lejos, se hubiese visto muy feo haberme lanzado por sobre la mesa hasta donde él estaba encantadoramente sentado, prestándome toda su atención con una disimulada sonrisa de orgullo. Que adorable tipo.
Las chicas me miraban con una mezcla entre duda y admiración, Benjamín me puso una manaza en la espalda a modo de felicitación, y Jeremy me observaba con cara de risa. Que maldito desgraciado… siempre se ríe de mí, como si yo fuese un payaso. Don Pelmazo y la Cote mi lanzaban miradas llenas de electricidad maligna, sobre todo esta última que parecía estar buscando en su mente alguna frase estúpida para destacarse… jajaja… pero no encontraría nada, porque no tiene neuronas. Se las quemó con tanto blondon… jejeje…
Cuando salimos de la reunión, Cote se puso delante de Arturo Mollins y le intentó meter conversa con alguna otra estupidez… yo esperé a las chicas afuera de la sala para que hiciéramos rápidos comentarios respecto de lo sucedido…
-Viste la cara de la Cote cuando Arturo Mollins no le aceptó el tonto apodo… - dijo Cristina.
-Vieron que Arturo Mollins es maravillosamente encantador… - suspiró Carla.
-Te luciste Yiyi… vaya que sí lo hiciste… - dijo Berenice – Yo creí que saltarías sobre la mesa y le darías un cornete a tu jefe. Debo reconocer que el sablazo que le mandaste fue más efectivo…
-Si… y el señor Mollins se mostró muy interesado en tu idea…– dijo Cristina con malicia.
-Na’… no sean estúpidas… - dije con una humildad que ni yo me lograba creer – el hombre solo aprecia las ideas, y en comparación con lo que dijeron los otros dos… cualquier cosa habría sido bien recibida.
Miré a mí alrededor y descubrí a Jeremy observándome con atención. Cote no dejaba de hablar a Arturo Mollins, el cual no sabía como sacársela de encima sin dejar de ser el caballero que es.
Luego me fui a mi puesto. A lo lejos aún podía ver el rostro aburrido de Arturo Mollins, que solo escuchaba la cháchara de la cigarra trepadora. Se pasaba la mano por la cara y miraba a todos lados con ganas de pedir ayuda. Pensé en ir y darme otro resbalón, para salvarlo de la incómoda situación, o de pedirle que me concediera una palabra y darle una salida… sin embargo, Jeremy pasó delante de mí y me sonrió. Creo que me sentí fulminada. Fue esa mirada exótica que me hacía derretirme hace años.
¡Dios!… ¡no puedo ser tan estúpida!... no pude moverme de mi puesto por el resto de la tarde…
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Siguiente entrega: Lunes.
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3 comentarios:

  1. Me gustó mucho tu blog! la verdad es muy entretenido, lo seguiré a partir de ahora.

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    Respuestas
    1. ¡Gracias!
      Recuerda suscribirte para que te enteres cuándo subo los nuevos capítulos de la novela.
      Cariños y espero verte seguido por acá leyendo, comentando y amando y odiando a sus protagonistas ;-)

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  2. Jajajaja, me encantoo el capitulo, deseando ya el sgte. Excelente Yiyi!!
    Saludos y abrazos! ;)

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