18 de Abril
12:09. ¡Oh! Pero que cansada me siento.
Anoche me quedé más de las horas esperadas despierta. La verdad es que más que
analizando la propuesta, me dio por crear el diseño de interiores de mi posible
nuevo palacete…
Para mala suerte mía, hoy por acá ha habido
bastante movimiento. Muchas reuniones a puerta cerrada y cotilleos varios en
los rincones de la empresa.
La única que parecía estar ajena a todo,
era la Cote. Estaba muy de pierna
arriba, conversando con sus compañeras, con más altanería de lo que nos tiene
acostumbrados.
Benjamín, me dijo que antes de que yo
llegara (llegué a las 9:30), don Pelmazo había dicho que tendríamos una reunión
por la tarde, así que teníamos que estar a las 14:30 si o sí en nuestros
puestos de trabajo.
Berenice, Cristina, Carla, Olguita y yo,
nos enfrascamos en una conversación vía correo electrónico. Que por alguna
razón comenzó con los problemas de la empresa, siguió con los posibles despidos
y no sé por qué terminamos hablando de temas sexuales.
Las chicas me contaron que antes que
llegara, todos los jefes, gerentes y sub gerentes, habían tenido una reunión a
puerta cerrada. Por lo que me preguntaron si al llegar, había visto algo raro.
De: Gabriela
Para:
Cristina, Carla, Berenice, Olga
Asunto:
Crisis empresarial
Algo raro ¿cómo qué?
Atentamente,
Gabriela Gómez.
Asistente de Computación.
De:
Berenice.
Para:
Cristina, Carla, Gabriela, Olga
Asunto:
Crisis empresarial
Enchúfate pues plancha de
campo.
Algo raro, como correr
sangre por debajo de las puertas de la sala de reuniones, alguna puñalada, algún
gerente con un ojo amoratado, un vidrio roto, un condón en el pasillo… no sé
pues… movimientos extraños.
De:
Cristina
Para:
Berenice, Carla, Gabriela, Olga
Asunto:
Crisis empresarial
Yiyi,
Por si no lo sabías,
tenemos una crisis en la empresa.
Ahora… sabemos que desde
tu lejana estadía en la luna, se te hace imposible vivir con nosotros los
terrícolas.
Pero ya está… eres parte
de esta humanidad, así conéctate…
Saludines…
Cristi.
Carla,
mando un escuálido “Jajaja” y Olguita dijo que no me molestaran más.
No
pude contestarles, por que don Pelmazo nos llamó a la sala chica para una
reunión de la unidad.
Con
toda formalidad, nos informó (y confirmó) que la empresa iba a ser vendida a un
grupo empresarial. Nos dijo que por la tarde nos darían más detalles, pero que
a grandes rasgos era eso lo que estaba pasando. Dijo que la nueva organización
tenía el firme propósito invertir fuertes sumas de dinero, para convertir a la
empresa en una de las más importantes y competitiva a nivel nacional, y que
quería entrar a la pelea, en captación
de clientes, con empresas como Home
Center. ¿Cambios? ¿Si esos cambios nos afectarían?, posiblemente si. Contó
que también venían con la intención de ampliar y potenciar algunas unidades,
entre ellas la nuestra. Entonces hizo otra confirmación.
- Recuerdan
a Jeremy Vega. Bueno… él viene a hacerse cargo de la Gerencia de Productos y a
añadir las nuevas tecnologías.
- Y
ese no estaba en Argentina, jefe – preguntó Cristián.
- Si,
pero volvió hace unos meses. Lo contactaron, le ofrecieron un cargo y un sueldo
excelente y vuelve. Para bien de unos, y mal de otros – dijo manteniendo una
sonrisa que me pareció forzada.
- Y
para cuando el flamante arribo… - preguntó Cristián, con una cierta entonación
que se me hizo bastante similar a la de la envidia.
- Pues,
de aquí a fines de este mes o principios del siguiente, veremos cambios varios…
pero no mas lejos de esas fechas… la Compañía nueva se viene con mucha fuerza,
así que a ponerse las pilas – cuando dijo esa última frase, lo hizo
directamente mirándome a mí… mmm…
Fines de mes… esa
información era nueva para mí. O sea… que tengo hasta fines de este mes para
armarme a la idea de ver a Jeremy nuevamente. Que horror. De solo pensarlo se
me comienza a caer el pelo de nuevo.
Al salir de la sala me
crucé en el camino con Berenice, que iba cargada con archivadores. Abrió los
ojos como platos y me hizo una loca mueca.
Cuando llegué a mi escritorio,
había enviado un correo diciendo que le habían pedido toda la documentación de
los últimos meses. Motivo: una Auditoria.
14:28. La hora de colación
fue bastante accidentada. Todas las unidades, han tenido reuniones relámpago,
por lo que no me logrado juntar con las chicas a compartir impresiones.
Yo comí veloz, me vine a
sentar a mi escritorio para leer mis múltiples correos y descubrí que también
en los diferentes puntos de ventas del país había movimientos. Y que ya se
sabía a nivel nacional la compra de Ferreterías Meneghello. Por casualidad, me
metí a los diarios On-line y en algunos aparecía un breve artículo sobre la
venta de la compañía a la Empresa Mollins.
Ha sido raro todo esto.
Algunas ejecutivas de venta del país, me enviaron correos preguntando los
pormenores del asunto, pero qué les puedo decir yo…
Bueno… ya es tarde y se
viene la gran reunión. Acabo de ver pasar a don Rodolfo Meneghello, el dueño de
la empresa, así que al parecer tenemos varias e importantes personalidades
asiendo su arribo. Mmm… veo gente nueva… falta la pura alfombra roja… un hombre
muy alto y de cabello oscuro acaba de hacer su ingreso, todos se han quedado
callados. Mmm… bueno… ahora están todos ingresando a la sala grande… ya me
tengo que ir… a la vuelta continúo.
15:48. La reunión fue una
entera lata. Yo llegué atrasada. El problema fue por andar corriendo sobre este
estúpido piso, me pegué un resbalón de proporciones. Suerte la mía que solo
estaba la recepcionista y un tipo que en ese momento salía de la Sala de
reuniones. Caí sentada, llegué a rebotar en el suelo. El tipo, dio dos zancadas
hasta mí y me ayudó a ponerme de pie. Luego me llevó hasta un sillón cercano.
- ¿Estás
bien? – me preguntó, aunque era obvio que no. Que pregunta más idiota, pfftt..
- Sí…
me dolió un poco la mano y el pie, pero nada serio… gracias…
- No
puedes correr así en este tipo de pisos – me dijo con calma.
- Lo
sé… es que voy atrasada a la reunión.
- ¡Ah!..
pero te puedes tranquilizar, las introducciones siempre son lo más aburrido – bromeó,
causándome gracia el comentario.
- Si…
es posible que tengas razón – añadí mientras me sobaba la muñeca izquierda-. Pero
mi jefe no le agradará verme llegar atrasada, incluso cuando estoy avisada
desde las 9:00 de la mañana de esta dichosa reunión.
- Bueno…
pero siempre le puedes explicar lo que te ha sucedido.
- ¡Ja!...
no tengo nada que explicarle en todo caso. Bueno… me retiro… y gracias por la
ayuda al caído…
- Por
nada… cuando gustes…
- ¡No!
no me digas eso… no pretendo caerme de nuevo… mis nachas no soportarían otro rebote semejante…
El tipo se rió de buena
gana y se me quedó mirando con una extraña mezcla de curiosidad e impacto. Por
alguna rareza antes de irse se volvió para mirarme, levantó una mano a modo de
despido, me sonrió y se fue… sonriendo y moviendo la cabeza de lado a lado ¿Qué
bicho le había picado?
Yo entré a la sala y todos
me quedaron viendo fijamente… sobre todo don Pelmazo, que hasta juraría haberlo
escuchado bufar en su asiento. Aunque en realidad no me importó, porque ante
todo no me podía sacar de la mente, el lindo destello de los ojos claros del
tipo que me había ayudado a ponerme de pie… y no sé por qué… mmm…
Amig@as recuerden suscribirse y dejar sus comentarios...
¡No se pueden perder la siguiente entrega!
Ayyy...quien sera el misterioso que le ayudo a Yiyiii!! se va poniendo mejor con cada capítulo. Aqui esperando el siguiente!!
ResponderEliminarSaluditos!
Gracias Karina...
EliminarSaludos y cariños,
Yiyi.
hola yiyi!! soy nueva.
ResponderEliminarme gusto mucho esta historia.
me puedes decir cuando publicas?
saludos.
Hola Maylee,
EliminarMe encanta que te guste la historia y agradezco tu lectura y tu comentario.
Te cuento que subo cada Domingo y Miércoles. Pero prometo avisar, al final de cada capítulo cuándo publicaré.
Gracias, bienvenida al blog y aprovecha de suscribirte ;-)
Cariños,
Yiyi...